Karl Marx fue el primero que analizó con lucidez la forma en que nuestros valores se moldean sin que nos demos cuenta y acuñó una palabra muy útil para describir este proceso, “Ideología”.
Marx explicó que una afirmación ideológica se nos presenta como naturalmente cierta pero en realidad ha sido concebida para defender determinados intereses creados, Marx consideraba que estábamos siendo bombardeados constantemente con este tipo de afirmaciones.
Según Marx los principales responsables de difundir opiniones ideológicas eran quienes estaban situados en lo más alto. En una sociedad en el que el poder se encuentra en manos de la aristocracia, la idea de ser aristócrata y heredar dinero se ve como algo noble “per se”, pero en una sociedad en la que las posiciones de privilegio las ocupan personas de negocios y empresarios, la idea de hacer dinero con actividades comerciales se convierte en el ideal de nobleza predominante. En palabras de Marx las ideas predominantes de cada época son siempre las de la clase dirigente.
Los principios ideológicos nunca funcionarían si sintieramos que se nos imponen por la fuerza, la esencia de la ideología es que a no ser que desarrollemos una conciencia política nos pasará inadvertida. La ideología penetra en la sociedad como un gas inoloro e incoloro.
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